CÁLCULOS RENALES, DOLOROSAMENTE COMUNES
CÁLCULOS
RENALES, DOLOROSAMENTE COMUNES
Los cálculos renales, también llamados piedras
en el riñón, es una pieza de material sólido que se forma en el interior del
riñón a partir de las sustancias eliminadas por la orina. Son masas sólidas compuestas
de pequeños cristales, los que se pueden presentar en solitario o en grupo al
mismo tiempo en el riñón o en el uréter.
Estas piedras pueden permanecer en el riñón o
moverse y viajar hacia el exterior por el tracto urinario. Uno pequeño puede
ser eliminado del organismo sin producir grandes molestias. Un cálculo grande,
en cambio, puede bloquear el uréter, la vejiga o la uretra, impidiendo el flujo
de orina y producir un dolor muy intenso.
Los pacientes con piedras en el riñón
normalmente acuden al médico por el dolor en la espalda que sufren o por la
aparición de sangre en la orina. El especialista preguntará al paciente sobre
el historial médico familiar y realizará una exploración física. Los cálculos
renales pueden ser tan pequeños como un grano de arena o tan grandes como una
perla, pueden ser lisos y redondeados, o
ser especialmente puntiagudos; generalmente son marrones o
amarillentos.
Tipos de cálculos
Existen diferentes tipos de
cálculos renales, uno de los más comunes son los de calcio y ocurren con mayor
frecuencia en los hombres entre los 20 a 30 años de edad. El calcio puede
combinarse con otras sustancias por ejemplo, el oxalato el que está presente en
ciertos alimentos como las espinacas y se encuentra también en los suplementos
de vitamina C, además las enfermedades del intestino delgado aumentan el riesgo
de formación de este tipo de cálculos.
El cálculo de estruvita puede
formarse tras una infección del tracto urinario. Estos cálculos contienen
magnesio, un mineral, y amoniaco, un producto de desecho, pueden crecer mucho y
obstruir el riñón, los uréteres o la vejiga.
El cálculo de ácido úrico el que se
forma cuando existe demasiado ácido en la orina. Las personas con cálculos de
ácido úrico suelen tener que reducir su consumo de carne, son más comunes en
los hombres que en las mujeres. Pueden ocurrir con gota y quimioterapia
Los cálculos de cistina son
raros. La cistina es un aminoácido, “un ladrillo” para formar las proteínas de
los músculos, nervios y otras partes del organismo. Los cálculos de cistina
suelen aparecer en miembros de la misma familia. Afecta tanto a hombres como a
mujeres.
¿Cuáles son los síntomas y cuándo contactar al médico?
• Si presenta dolor intenso en
la espalda o el costado que no desaparece
• Sangre
en la orina
• Fiebre
y escalofríos
• Vómitos
• Orina
que despide mal olor o luce turbia
• Sensación
de ardor al orinar
Si le han diagnosticado un bloqueo debido a un
cálculo, se debe confirmar su expulsión ya sea atrapándolo en un filtro durante
la micción o con una radiografía de seguimiento.
Diagnóstico y exámenes
El diagnóstico de litiasis
urinaria, se hace en base a los síntomas, el análisis urológico y algunos
exámenes básicos de laboratorio (calcio sérico, ácido úrico, etcétera). Se
confirman con la ayuda de imágenes diagnósticas, siendo las principales las que
a continuación se detallan:
Análisis
urológico
Son una
serie de análisis microscópicos de la orina y la sangre. El hallazgo principal
es la hematuria (sangre en la orina). También pueden detectar pequeños
cristales o altas concentraciones de sustancias que favorecen la producción de
cálculos (calcio, ácido úrico, cisteína y otras). También se detectará si
existe una infección.
Radiografía simple de abdomen
Permite
distinguir la presencia de cálculos radioopacos (visibles en radiografías
habituales, como son los de calcio y de estruvita) situados a lo largo del
tracto urinario. Es importante localizar exactamente el cálculo y determinar su
tamaño, cosa que se consigue con los estudios radiográficos.
Urografía endovenosa (pielograma intravenoso)
Es una
radiografía especial con contraste en la que se inyecta sustancia radioopaca en
el interior de una vena; dicha sustancia llega a los riñones y dibuja el
contorno de los cálculos de ácido úrico, para que pueda verse en una
radiografía.
Urografía retrógrada
Es
similar a la anterior, pero en este caso la sustancia radioopaca se introduce
en las vías urinarias a través de la uretra.
Ecografía abdominal
Es la
imagen que se forma mediante los ecos recibidos tras aplicar sonidos
imperceptibles en la zona de estudio. Este tipo de ecografía es el examen no
invasivo más utilizado en la actualidad, ya que permite confirmar o descartar
la obstrucción a nivel renal y diferenciar defectos de llenado, como tumores o
coágulos.
Tomografía axial computarizada
Es una
radiografía múltiple que permite la obtención de imágenes tridimensionales y de
gran definición de la zona de estudio. Es útil para la identificación de
cálculos levemente radioopacos.
El tratamiento
Hasta hace algunos años atrás, la
única opción para eliminar los cálculos renales que no eran expulsados del
organismo a través de la orina, era la intervención quirúrgica. Actualmente, la
medicina dispone de nuevas formas de extracción de los cálculos renales:
Ondas de
choque: Estas ondas de choque son producidas por una máquina y dirigidas
directamente sobre el cálculo renal. Estas ondas rompen un cálculo grande en
trozos más pequeños que pueden ser eliminados a través de la orina. Existen dos
tipos de equipos de ondas de choque: uno en el que el paciente está sentado en
el interior de una bañera con agua y otro en el que el paciente descansa sobre
una camilla. El nombre completo de este método es “litotricia extracorpórea por
ondas de choque”, ya que litotricia, proviene del griego y significa “romper
las piedras”.
Cirugía: El método
quirúrgico actual consiste en la realización de un pequeño corte en la espalda
del paciente y la creación de un estrecho túnel a través de la piel y el riñón
hasta llegar al cálculo. Con un instrumento especial insertado a través del
túnel, se localiza y se extrae el cálculo. El nombre técnico de este método
quirúrgico es nefrolitotomía percutánea.
Ureteroscopia: El ureteroscopio es un fino instrumento que se inserta por la uretra del paciente, se introduce en la vejiga y de allí a través del uréter en el que se encuentra el cálculo. El ureteroscopio tiene una pequeña cámara que permite ver el cálculo, asimismo, por el interior del ureteroscopio se puede introducir un dispositivo tipo jaula para coger el cálculo y extraerlo, u otro dispositivo para destruir el cálculo.
La prevención y el autocuidado
Es
necesario beber más agua, a lo menos 12 vasos los que corresponden a unos dos
litros y medio diariamente, esto ayuda a eliminar más rápidamente las
sustancias que se acumulen y que acaban produciendo cálculos renales.
Beber más
líquidos, en particular zumos, sopas, caldos e infusiones entre otros limitando
la ingesta de café, té y bebidas de
cola.
Si los
cálculos son de ácido úrico, hay que limitar la ingesta de carne, ya que su
digestión produce ácido úrico. Estos últimos y los de calcio pueden
beneficiarse de un tratamiento médico específico para evitar su formación en el
riñón.
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