OSTEOPOROSIS: TUS HUESOS PRIMEROS EN LA LISTA


A medida que pasan los años, disminuye la actividad física y aumenta la posibilidad de desarrollar la temida osteoporosis, por lo cual la densitometría ósea, en mujeres que bordean los 50 años y los hombres de 70, es un examen más de medicina preventiva que se debe incluir.

¿Qué es la osteoporosis?

La osteoporosis es una enfermedad sistémica esquelética que se caracteriza por una disminución de la masa ósea y un deterioro de la “microarquitectura” de los huesos, lo que supone un aumento de la fragilidad de los huesos y del riesgo de sufrir fracturas.

Esta patología es asintomática y puede pasar desapercibida durante muchos años hasta que finalmente se manifiesta con una fractura.

¿Cuáles son los factores que influyen en la aparición de la osteoporosis?

Factores genéticos: existen genes relacionados con el desarrollo de la masa ósea, por lo que la incidencia de la enfermedad es mayor en aquellas personas cuyos familiares directos tienen historia previa de fracturas (padres o abuelos).

Dieta pobre en calcio: el calcio es un alimento fundamental en la formación del hueso. Se encuentra sobre todo en la leche y derivados lácteos como quesos, yogurth, etc, y también en otros alimentos como frutos secos.

Sexo femenino: las mujeres tienen un riesgo cuatro veces mayor que los hombres de desarrollar osteoporosis, especialmente tras la menopausia. Esto es debido a la reducción del número de estrógenos (hormonas femeninas que intervienen en la formación de masa ósea).

Existe más probabilidad de padecer osteoporosis si la menopausia se produce antes de los 40 años (menopausia precoz), debido por ejemplo a la extirpación quirúrgica de ambos ovarios, o cuando falta la menstruación (llamado amenorrea) en deportistas, o en casos de anorexia nerviosa por pérdida importante de peso. Además, las mujeres tienen una mayor esperanza de vida que los hombres y, en general, su cantidad de masa ósea es menor (especialmente en mujeres excesivamente delgadas).

La prevalencia de disminución de masa ósea y osteoporosis en los adultos, también puede aparecer en condiciones especiales como el exceso de hormona tiroidea, ya que hacen que baje el nivel de calcio, además de algunos fármacos anticonvulsionantes que disminuyen la masa ósea por la baja en los niveles de vitamina D

Inmovilización prolongada: ya sea por enfermedad o por un estilo de vida sedentario. El ejercicio es uno de los estímulos para la formación del hueso.

El exceso de tabaco, alcohol o café.

La osteoporosis permanece de manera asintomática hasta que se produce una fractura, las denominadas ‘fracturas por fragilidad’. Es un error común atribuir el dolor de extremidades, lumbar o de alguna articulación a la osteoporosis, dado que la osteoporosis no duele, por lo mismo es recomendable que toda mujer de 50 años o más, aquellas menores en menopausia, se realicen una densitometría ósea, siendo esto igualmente válido para hombres mayores de 70 años.

La densitometría ósea es una prueba indolora, no invasiva, rápida (toma apenas unos 15 minutos) y muy segura pues el paciente se recuesta en una camilla y es sometido a una mínima radiación de Rayos X, cientos de veces menor a la que se recibe durante una radiografía común.

Lo más importante de la densitometría es su papel como herramienta para diagnosticar la osteoporosis. Con la información captada por el densitómetro es posible relacionar el resultado con la edad del paciente, saber si la densidad del hueso es normal y proyectarla en el tiempo. Así, cuando está un poco por debajo del rango normal, se está en presencia de una osteopenia, es decir, una leve desmineralización de los huesos, carencia que es posible revertir con suplementos de calcio, vitamina D, disminución del consumo de café, alcohol y aumento del ejercicio físico.

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